viernes, 22 de mayo de 2009

Nos salimos de la rutina

Hoy ha sido un día raro, debido a que la escuela se ha quedado medio vacía con la marcha de muchos; por cierto, no he podido despedirme al final de la simpática Catalina. Tanto han cambiado las cosas, que esta mañana hemos vuelto a tener un instructor sustituto, esta vez ha sido Wendi quién se ha encargado de mantenernos ocupados durante la mañana y parte de la tarde. Comenzamos este relato como siempre por la comida, que a muchos os interesa. el desayuno ha consistido en un bocadillo con pan tipo donust, oséase, con un agujero en medio en el que había huevos revueltos, salchichas y un poquito de queso de este de tranchetes. En el mismo plato teníamos una macedonia de fruta con piña, (seguro que sería de la que sobró ayer), naranjas, melocotón y fresas entre otras cosas. Por la mañana hemos hecho una visita a las perreras de la escuela, lugar del que todavía estoy impresionado pues no tienen nada que ver con lo que imaginamos como tal. Estas instalaciones son un edificio aparte, situados junto a la entrada principal. cabe destacar las losetas con los nombres de los que han pasado por este lugar para recoger su perro, situadas entre el edificio principal y el que hoy hemos visitado, que por cierto, ya había ganas de pasarse por allí. Las perreras no me cansaré de repetir que son impreisonantes, cuidan al más mínimo detalle la estancia de nuestros perros allí. Las jaulas de algo más de 2metros cuadrados cuentan con una manguera que les da agua a los perros las 24 horas del día, una cama y están situadas de tal forma que los perros no se ven con los otros para así evitar ladridos. ésto no siempre lo consiguen, igual que una buena relación con los gatos pues aunque estos felinos campan a sus anchas por estas instalaciones de Leader Dog, conozco muchos casos de guías que no los soportan. Hoy nos hemos enterado que Eli, la instructora que yo digo tiene una voz tan agradable tiene por allí a un mastín que pesa más de 130 kilos y ¡lo está entrenando!; madre mía, ¿quién sacará de paseo a quién?. Tenemos ganas de conocer a ese bicho, a ver si antes del martes nos lo presentan. Aunque el lugar visitado es más que destacable, terminamos pronto, así que el resto de la mañana lo agotamos de tertulia o trasteando por internet.

El almuerzo ha sido más bien malo, ha consistido en una ensalada con un bacon muy rico por encima, un sanwich de pavo que podría pasar por jamón de yor y de postre, una galleta de chocolate riquísima. Por la tarde hemos hecho rutas facilitas, ruptura de nuevo con lo habitual. En el autobús moderno, nos han llevado a una urbanización a las afueras, y por allí hemos estado dando vueltas a lasmanzanas sin apenas tener que cruzar. -yo he hecho cuatro rutitas de estas, todas a la perfección menos la última, que iba tan ensimismado que se me fue el mapa del GPS mental y crucé donde no debía, menos mal que estaba Jill para avisarme.

Lo mejor ha llegado después, cuando al fin nos reencontramos con nuestro instructor oficial. Montamos en los autobuses y fuimos al pueblo de Rochester a tomar un refesco en una terraza que bueno, fueron dos; a una ronda invitó Diego, y a otra Evelin y yo. Tenían de comer pero no pedimos nada, pues los precios eran caros, además, no teníamos mucha hambre y estábamos ilusionados con el supremo de poyo que nos anunciaron había de cenar; supremo o superpollo, no recuerdo muy bien el nombre. El caso es que al final hemos tenido que conformarnos con un guiso de carne de ternera, patatas y zanahorias que es de las cosas más parecidas a la comida española que he probado, por eso repetí. Después hemos ido a hacer unas compras, los cacharros de acero para que coman nuestros perros cuando lleguen a España no lo tenían en la gigantesca tienda de animales de en frente, así que sólo he podido llevarme un juguete de goma para que jueguen Dodger y Honey en casa, ya se lo enseñaré cuando estén los dos juntos en Sevilla y tengan algo de confianza. Joaquín ha ido a mirar ropa pero no había nada de chaquetas de inviernos, ni las deportivas para su hijo. mañana si podemos, haremos otra escapadita por las tiendas de los alrrededores y contaremos cuantas veces dice el semáforo sonoro espere en inglés antes de ponerse en verde para nosotros. Y el domingo.... ¡a celebrar el cumpleaños de Joaquín a ver si puede ser con una carne a la parrilla o unas buenas alitas de poyo que llevo muchos días con antojo!. Por cierto, hoy me siento alagado, pues no se creía la camarera de esta tarde que tenía 25 para 26 y me ha hecho sacar el pasaporte porque aquí si eres menor de 21, no puedes estar en un sitio donde sirven bebidas alcohólicas.

2 comentarios:

sevillana dijo...

Hola Jorge veo por tus entradas que ya te queda poco para volver a casa. Me encantaría conocer a tu perro y a ti, claro jajajajaja cuando ya estés por aquí.
Yo te puedo presentar a mi Golden Zeus que seguro se llevará de maravilla con tu compañero.
Besitos

Jorge dijo...

¡Hola!:
Sevillana, cuando llegue a Sevilla te escribo al privado y ya concretamos para quedar y conocernos los cuatro jejeje. Ese pobre Golden imagino que llevará regular esto de las calores de nuestra tierra. ¡Besitos!.