lunes, 11 de mayo de 2009

Aburrimiento prolongado

El día de ayer fue un puro domingo, típico día en el que no se hace nada aparte de nada con lo que se hizo eterno. Sólo faltó una juerga la noche anterior con mucho alcohol para estar todo el día tirados en el sillón con la tele de fondo sin prestarle la mínima atención. El sábado si hubo fiesta, pero a lo americano es decir, se empieza prontito para recogerse temprano. La escuela organizó una partidilla de bingo, con sus cartones en braille y todo. Los regalos a sortear fueron productos de merchandisin, Alan tuvo una línea y recibió una canastita con productos de higiene corporal: champú, gel de baño, pasta de dientes y todo eso. El premio gordo para los ganadores no recuerdo ahora mismo que fue, creo que un chuvasquero para uno y otro no se si una mochila. Tampoco tenía yo mucho cuerpo para prestarle atención, demasiado que las patatas a la campesina y los dos vasos de cocacola que me tomé hicieron que remitiera mi taponamiento del oído derecho, que a su vez me provocó esa tarde un gran amargamiento pues no pude hacer los recorridos bien, riñendo al pobre Dodger (pronunciado Dóyer) por torcerse pues no caí en que justo delante tenía un obstáculo y pensé que quería oler el césped.

El domingo por la mañana fuimos a la tienda de la escuela, acompañados por ana, una de las voluntarias que cada fin de semana
dedican un poquito de su tiempo libre en pro de una buena causa como es echarnos un cabe a los que estamos aquí por un mes y de paso, aprender un poco más de los perros guía, su adiestramiento y acoplamiento con los ciegos. Ana es de Ermosillo y lleva 11 años en los Estados Unidos; hace un mes que es voluntaria y disfruta con su labor. La tienda no es nada del otro mundo, típico lugar para comprar souvenirs a precios poco baratos. Se puede encontrar lo típico: camisetas, polos, sudaderas, mochilas, llaveros, pines.... ETC ETC ETC todo con el logotipo de leader Dog. ¨Yo compré unas cuantas cosillas que me hacían falta y ya de paso, también cogí las famosas bolsitas bebederos plegables para cuando vayamos con nuestro perro a algún sitio y queramos darle agua. Casi acabo con las existencias, pues me encargaron cinco bolsas más dos que yo cogí, quedó la estantería medio vacía. El resto de la mañana lo pasamos matando el tiempo, de tertulia en el patio tiritando de frío y mirando correos electrónicos atrasados. el almuerzo fue de lo más americano, hamburguesa con aros de cebolla y de postre una especie de tarta con crema de cacahuete. Después de la copiosa comida, pues yo me comí dos hamburguesas, llegó lo mejor, conecté el eskype y estuve hablando casi tres horas con Cris, Javi y Rafa. Chicos, si el próximo domingo no tengo nada que hacer por la tarde os animo a repetir experiencia y de paso, quién quiera participar pues adelante, aquí sois todos bien recibidos. Después de la cena llegó una gran experiencia, puse mi primera labadora yo solito; bueno, no salió mal, parece que no se ha desteñido nada, así que mañana o pasado pondré una segunda con unas cuantas cosillas que me faltaron. Tras emparejar calcetines y colocar ropa en su sitio, llegó el momento más esperado por Dodger, su cepillado diario. Me empleé a fondo pues había tiempo y no estaba cansado aunque por la mañana tuvo otra sesión, no le importó que le pasase los tres cepillos y le diera un repaso profundo. Cuando me di cuenta eran ya casi las 9, así que a descansar que el lunes estaba cerca por fin.

Y unas horas después, llegó el tan ansiado día. poco antes de lo previsto, ambos oestábamos ya inquietos, él con ganas de ir al servicio y yo para sacarlo y notar los primeros síntomas del amanecer. las cosas hoy han ido muchísimo mejor que el sábado, después de una larga espera en la que Diego y yo ya no sabíamos de qué hablar y en la que se hacían tensos silencios, al fin salimos a hacer una ruta por el pueblo. sorteando obstáculos a las mil maravillas, con alguna que otra corrección indebida, estuvimos practicando el ir de tiendas con perro; para ello, visitamos primero una galería comercial donde perfeccionamos la técnica de subir y bajar escaleras ¡que grande parece el Dodger cuando se inclina en los escalones!. A continuación, entramos primero Diego y luego yo en la farmacia. Téngase en cuenta que en Estados Unidos no se entiende lo mismo que en España por Farmacia, pues aquí puedes encontrar en estos establecimientos desde medicinas de todo tipo, platos para darle de comer a los animales, terminando por gorritos para taparse la cabeza del crudo invierno que azota a estas tierras. Ah bueno, que también venden tabaco algo más caro que en la máquina de la escuela. Dodger nuev amente miró atentamente los estantes, sobre todo las secciones de juguetes y golosinas, prestando especial atención en unos muñecos de peluche y en unas galletas parecidas a las que le doy de premio.

Por la tarde, tras un crudo almuerzo a base de una sopa extraña y un burrito de atún que se dejaba comer, volvimos al pueblo para hacer otra ruta. De nuevo tocó esperar sin saber que decirnos; desde luego, parece que el atontamiento de ayer todavía nos duraba. El recorrido ha sido esta vez sin obstáculos y ha salido a las mil maravillas. Hemos alternado tráfico y zonas tranquilas, caminando unas vecesDiego delante, otras yo. Dodger sólo se ha distraído un par de veces con las abundantes zonas de cpésped que hay en este pueblo junto a las carreteras. Después de ésto, hemos vuelto a la escuela para cenar una pasta extraña, con una capa de queso parmesano de dudosa procedencia y lo más parecido al pan español que he comido aquí hasta ahora, llamado pan francés. como siempre, al salir del comedor el cansancio se ha dejado notar y en la charla con el beterinario, todos estuvimos apunto de dormirnos, mientras él nos decía entre otras cosas que lo más importante en la salud de un perro era el peso, que él al suyo le daba dos tazas de pienso y así tenía menos enfermedades y podía vivir mínimo dos años más. Bueno, no soy partidario de darle al perro de comer cualquier cosa pero creo que ya bastante poco comen para que encima le demos menos, y más a un bicho como este que tengo aquí a mi izquierda que es casi un caballo. El día de mañana seguro que se parecerá mucho al de hoy, lleno de horas muertas. Ojalá tengamos que esperar menos tiempo y podamos andar más rato para sentir la ya agradable sensación de la transmisión del perro a través del remendado arnés proporcionado por la ONCE.

5 comentarios:

sevillana dijo...

Pues te has perdido Jorge mi fiesta de cumple blog, en ella seguro que no hubieras pasado hambre jajajajaja
Besitos

Anónimo dijo...

hola soy el javi, una curiosidad, ¿donde mangaste las dos amburguesas? saludos.

Jorge dijo...

¡Hola!:
Sevillana, ¡muchas felicidades por tu cumpleblog!. espero que sean muchos más. jejej, yo a este paso voy a tener que celebrarle una fiesta al mío, las 10000 visitas a este paso van a llegar pronto.
Javi, las hamburguesas las pusieron de almorzar en el comedor. Era una hamburguesa con una especie de salsa barbacoa por encima y carne picada ¡buenísimas!.
Intentaré hoy actualizar antes, siempre y cuando el tiempo me lo permita. ¡Gracias a todos por seguirme día a día!.

mario ordoñez naranjo dijo...

Hola Jorge y Gorgue, dice javi que prueves los chichles de canela que venden en la farmacia... ¿Que te parece lo que an echo los aficionados del betis a los jugadores? Joder tio, me gustaria estar algunas veces por allí para meterme un super desalluno tamaño XXL jejeje yo to el día pensando en comer...

Jorge dijo...

¡Hola!:
Pues habrá que acercarse a probar los chicles esos que comentas. En cuanto a lo de los jugadores, la afición ya está muy arta deque siempre se repita la misma historia. Quién sabe si los jugadores no rinden porque no están contentos con el jefe, ya sabes que mi filosofía es que Lopera es el culpable de todo y va a morir matando y cuando los trabajadores de una empresa no están contentos o se van o trabajan a disgusto y hacen menos de lo que deberían.