Entrenando con el perro invisible

Cuando tienes a tantos conocidos que han venido por aquí, o a un veterano que complementa las charlas del instructor el plan del día no es tanta sorpresa. la mañana ha comenzado nuevamente a las 7 y media con un suculento desayuno, compuesto por café, galletas y una especia de hamburguesa que era una patata rebozada. Es impresionante la cantidad de café que pueden llegar a ingerir los americanos, de un sabor muy diferente al nuestro; hoy he probado la crema que hace de sustituto de la leche, y sin duda me quedo con mi saimaza mañanero que me mantiene como una moto para el resto del día. El café está tan presente en la vida de los estadounidenses como la cocacola, en la escuela tenemos en la sala donde se encuentran las máquinas de refrescos y residuos golosineros un par de cafeteras con el líquido descafeinado o fuerte. Los refrescos cuestan 1 dólar y el cafelillo nada, te lo echas en un vaso, le pones una tapadera y puedes sacarlo con cuidado a donde quieras. iba a probar esta mañana después del almuerzo un vaso grande pero era demasiado para el sabor tan malo. Termino el capítulo del desayuno recomendando unas galletas de chocolate que ponen envueltas en un papel de plástico, idóneas para sacarlas del comedor y matar el hambre nocturna.

Tras la primera comida del día fuimos a la sala de reuniones, donde se nos dio una charla que reforzaba lo aprendido ayer sobre la escuela y de paso nos presentamos a todos los nuevos compañeros. El inglés de Alan causó sensación entre los asistentes y claro está, cuando dijo que era de Barcelona, los americanos lo celebraron tanto que alguno dijo ¡hola como estás!. para los estadounidenses, la ciudad condal es el rincón español por excelencia, si tu vienes por aquí y dices "i am from Spain", puede que te digan algo así como "¡oooh España Barcelona toros! "¡toooooreeeeeeroooooooo"!. la realidad es distinta, muchos barceloneses nno quieren ser españoles, en parte por la dictadura nacionalista, ni tampoco son muy amigos de la fiesta nacional, aunque José Tomás se empeñe en llenar la plaza con mucha gente venida de fuera. mientras los demás compañeros firmaban los papeles del entranamiento y la residencia, nos encaminamos a por nuestros arneses y correas. Aquí llegó lo importante, a nuestra correa se enganchó un perro invisible, llamado Yuno con el que hemos estado conociendo las órdenes básicas que hay que dar a un perro guía. por la mañana hemos aprendido a caminar con correa, sin arnés y por la tarde ya se ha complicado la cosa un poco.

El trabajo con Yuno se ha desarrollado en gran parte en el Centro de Adiestramiento que Leader dog tiene en Rochester pueblo. Por la mañana, hemos estado reconociendo un poco las instalaciones, básicamente el edificio principal donde el instructor nos da las charlas. Por la tarde hemos practicado un poco la orientación y movilidad con una chica de la escuela, algo facilísmo pues Rochester es un pueblo con estructura rectangular, cuenta con 4 calles que van de norte a sur y que llevan nombres de árboles, a las que nosotros les llamamos por letras y sus perpendiculares tienen número y como nos resultaba fácil recordarlas, no las hemos rebautizado. Al andar por aquí no se puede ir tan despistado como por España, los bordillos son tan planos que como no vayas pendiente, un picap de esos con ruedas gemelas atrás puede pasarte por encima. Eso sí, al no haber muchos obstáculos si tienes buen sentido de la orientación puedes ir con las manos en los bolsillos. la clase de movilidad ha ido sobre ruedas, tan bien que la instructora sonrreía y me decía que no me hacía falta ir con nadie.

Tras un ratiyo de conversación con los compañeros ha venido lo difícil, el instructor ha cogido el arnés como si fuera un perro y acompañado de evelin hemos salido a la calle. Una vez fuera, hemos hecho un recorrido parecido al que hice en la clase anterior, esta vez haciendo indicaciones a mi perro invisible, algo que todavía no domino. He estado algo tenso, pues al ser el primer día piensas más en si lo estarás haciendo bien que en cómo hacerlo, encima aunque soy tranquilo de personalidad, soy de movimientos bruzcos y para colmo, al ser tan alto no tiendo a ir derecho, algo muy importante a la hora de andar con perro. menos mal que Davis el instructor decía muuuy bien de tal forma, que te sentías realizado como nunca. Creo que va a tocar ensayar a solas los movimientos de mano para indicar izquierda, derecha o frente pues me salen muy tensos todavía. Ya me gustaría hacer todo esto con un perro de verdad, pero ya se sabe, las prisas son malas y mejor coger una buena base antes de efrentarnos a la pura realidad, pues no por correr más se hacen mejor las cosas. El día de mañana pinta que va a hacerse interminable, el gran momento se acerca y cuanto menos tiempo queda, más se piensa en esa experiencia que tendrá lugar después del almuerzo, a eso de la 1 de la tarde. Mientras tanto, seguiremos entrenando con Yuno el perro invisible.