lunes, 15 de febrero de 2010

Merecido homenaje

Esta tarde, cuando entre en la redacción, el clima será distinto. Habrá menos risas, nadie tocará la guitarra y tampoco, habrá esos paseos nerviosos llennos de frases ocurrentes. No estará el gran David Gallardo junto a nosotros, aunque los que me rodean, siguen y seguirán siendo grandes.

David es de esas personas, con las que da gusto estar pues siempre tiene guardada una sonrisa, un chiste, o unas palabras de cariño para que no te sientas mal. David es un hombre de radio, como pocos pueden encontrarse en nuestra larga y ancha Andalucía, y eso lo ha demostrado durante muchos años inventando cada día la forma de llegar al otro lado del receptor. A David, no le dejaron seguir innovando e inventando cada mediodía en la antena de Radio Andalucía Información por caprichos que ahora no vienen al caso y se me escapan pero aunque los supiera, creo que este no es el lugar ni el momento para hablar de ellos además, en estas líneas pretendo homenajear al maestro, al compare, o al comunicador; no quiero hablar de los criterios de los jefes de las empresas para mantener o no un producto.

En menos de una hora, el protagonista de estas líneas, entrará en los estudios de Canal Sur en la calle Corredera y pondrá al mal tiempo buena cara, para seguir inventando la radio, llenando de alegría los rincones de aquella casa y haciendo historia en los medios de una ciudad que le vio nacer en lo personal y en lo profesional, pues fue en Jerez donde empezó a abrirse paso en esto de contar cosas. Que esta nueva etapa que hoy emprendes, venga llena de golpes de suerte tan grandes como ha sido para mi, un humilde becario que te conoce de poco, compartir micrófono juntos, recibir consejos y muchas cosas más que harán estés siempre entre mis recuerdos. Ojalá dentro de no mucho, podamos volver a encontrarnos y podamos compartir muchos más momentos juntos que nos sigan uniendo. Un abrazo fuerte como esos que tu das de corazón.

viernes, 12 de febrero de 2010

Discapacitado temporal de un dedo

No somos conscientes de la falta que nos puede hacer un simple dedo hasta que este nos falla. Ayer mientras me preparava un vocadillo de atún, hubo un momento en el que mi mente se desconcentró para prestar atención a un compañero que hablaba por la radio. Momento inoportuno, pues era cuando manipulaba el “abrefácil ¿avrefácil? ¡pues no tienen guasa esas tapitas y esas anillas!. Cuando hacía mis primeros pinitos como manipulador de alimentos en mi cocina, el solapín de una lata de aceitunas se vino conmigo y tocó usar ese cacharro tan extraño y por cierto, cada vez menos usado llamado abrelatas.

Vueno, estábamos en lo de la lata de atún. Yo pensaba que no iba a sangrar, pero al momento, comprendí que acababa de hacer, una inesperada donación de mi sangre vética del grupo A positivo a la cocina y sus alrededores pues más que la yema del dedo índice, parecía que le havían cortado el gañote a un pollo de corral. El show llegó cuando salí a la calle a la hora de pagar, picar en el autobús y redactar, que es donde noto más la falta de mi queridísimo dedo índice de la mano izquierda con el que pulso letras como nuestra querida f. No me atrevo a quitarme la tirita que anoche con mucho cuidado me colocó mi vecina, quién pensaba iba a verla para que me curase y no para ver como estaba de su gripe, pues por la tarde lo hice y la sangre, casi vaja por la ventana y llega al Guadalquivir que pasa muy cerca de la radio.

Termino aquí este ejercicio mecanográfico con más faltas de lo normal, el cuál me ha llevado hacerlo casi 20 minutos por la falya de un simple dedito. Cojo es quién tiene una pierna menos, manco el que le falta un brazo ¿y yo que soy por unos días?. Mi dedo índice izquierdo, tiene que estar el domingo al 100% para agarrar el tostón y pelar las sardinitas en Chucena.

Pd: El autor de este vlog no se hace responsable de las muchas faltas de ortografía aquí plasmadas por mi incapacidad temporal. Quién las recuente y quiera decirlo en un comentario para así reírnos todos, será premiado con un boli que no pinta, una goma de borrar gastada, un mechero sin piedra y un bonobús mensual de TUSSAM agotado del año 92

lunes, 8 de febrero de 2010

cuando el oyente pasó al otro lado del receptor

Con un poco de retraso, os dejo mi parte de novedades. Ya el lunes al volver intenté hacerlo pues me sobrevino un brote de inspiración provocado por la euforia del primer día, pero me secuestraron en el skype y finalmente, a eso de las 11, el sueño me ganó. Por eso si habéis intentado entrar desde otro blog no habréis podido, pues cuando intenté guardar el borrador, el sueño me atontaba tanto que le di al botón que no era y tuve que corregirlo rápido, con lo que ya el título de la próxima entrega, quedó a la vista. No lo he cambiado, porque resume perfectamente la sensación del primer día bueno, más bien, de la primera tarde.

La presentación duró muchísimo menos que la espera en aquellos confortables sofás junto a la recepción. Una vez pasamos el pertinente control de seguridad, tuvimos tiempo más que de sobra para con caras de inquietud, reencontrarnos, o conocernos. Una vez más, tuve exceso de memoria, pues conocía a una de las compañeras aunque no hablábamos desde mi año sabático que fue cuando ella empezó la carrera y claro, aún más perpleja se quedó la pobre cuando hablando, le di datos que indicaban nos habíamos visto antes. Cada día, me pregunto más si esos excesos son buenos o malos, pues a veces tengo la sensación de que pueden llegar a asustar. El reparto ha sido muy flexible: informativos, programas y yo dejo el tráfico y la actualidad local sevillana para pasar al deporte, como quería, pues después de 6 meses siguiendo la línea editorial del ABC y sus brazos multimedia, me apetecía cambiar y probar algo quizá menos corrompido.

Los primeros pasos se dieron esa misma tarde, así que tocó hacer tiempo, ir a casa a comer y volver de nuevo. Una vez entré en la redacción, me sentí como en familia. Aquellos que me daban la mano y me deseaban suerte, eran los mismos que me acompañaron tantas veces mientras desayunaba, me duchaba o dormitaba la siesta. Eso ha hecho que ya algunos, me hayan puesto el mote de EL OYENTE, pues aunque no soy el típico que está todo el día llamando a la radio, recordaban mis intervenciones en algunos programas opinando sobre el Betis, el desastre de Lopera, o el exceso de información merengona y culé que nos toca sufrir.

Aquella tarde, no hice mucho, sólo saludar, leer un poco por si tenía la suerte de trabajar, y entrar en el estudio para ver como se realizaba en directo la Mirilla deportiva. Cuando llegaron las 8, tuve ganas de quedarme allí más tiempo, pero tampoco había mucho que hacer, lo que me hizo fichar con más ganas a eso de las 3 de la tarde de ayer y hacer con gusto el trabajo que al fin, se me encomendó. También, al segundo día, llegó al fin mi bautizo radiofónico en el programa de las 7 y de paso, seguí conociendo a gente ya conocida e importante. A este paso, con tanto lujo, me voy a volver un tipo insoportable, lo que viene a ser un pobre harto de pan. La jornada, terminó con una vuelta a casa en el coche del gran Tato, quién desde que nos saludamos, no ha dejado de volcarse y ayudarme para que mis progresos sean mucho mayores y mi estancia, aún más agradable. Hoy, en cuanto fiche, ya tengo trabajo, lo que hará no me quede de brazos cruzados esperando a que el jefe me mande. Como buen periodista, al quedarme sólo, anduve un rato detrás de la noticia para que lo de hoy, salga perfecto o al menos, casi pues aunque sólo estoy empezando aquí, no puedo desaprovechar estos 3 meses en un lugar que para mi ha sido una meta a alcanzar. Ahora, me toca renovar las ilusiones para seguir tras mi sueño, corriendo ese riesgo tan maravilloso de lograrlo. De momento, ya lo voy consiguiendo, pero aún, tengo que conseguirlo.

De vuelta al tajo

El pasado día 31, como ya garabateaba por aquí en una página atrasada, me despedía de mis compañeros de Punto Radio. Ese ratito vivido tras terminar el informativo, se hará grande y no lo olvidaré nunca. Hoy, voy a un lugar casi casi familiar, pues no es la primera vez que paso el control de seguridad, espero junto a la recepción a que llegue mi turno y mientras tanto, observo a ver si el aire me trae alguna voz conocida gracias a las ondas. La última vez que entré allí, mientras esperaba a subir para grabar una entrevista de esas egocéntricas en las que toca hablar de uno mismo para decirle a los que están al otro lado que los vasos de agua no cubren tanto como ellos piensan, me dije una vez más, pero con más fuerza: “aquí tengo que terminar trabajando yo”.

En algo más de 2 horas, volveré al antiguo pabellón de Andalucía de la Expo 92. Me volverán a entrevistar pero esta vez, no será para hablar de mi y mis circunstancias, será para al menos durante 3 meses, ser un humilde becario que quiere aprender, seguir realizándose como persona, avanzar en esta profesión tan maravillosa y seguir teniendo ganas de luchar por lo que siempre he querido. Desde hoy, si todo sale bien, Canal Sur Radio también será mi casa y ocupará un lugar especial en mis recuerdos pues ya se sabe, los primeros pasos nunca se olvidan o al menos, no deben.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Incumpliendo las normas

Queda prohibido

Llorar sin aprender
Levantarte un día sin saber qué hacer
Tener miedo a tus recuerdos

No sonreir a los problemas
No luchar por lo que quieres
Abandonarlo todo por miedo

Queda prohibido
No demostrar tu amor
Hacer que alguien pague tus deudas
El mal humor

QUEDA PROHIBIDO
Dejar a tus amigos
No intentar comprender lo que vivieron juntos
Llamarles sólo cuando los necesitas

QUEDA PROHIBIDO
No ser tú ante la gente
Fingir ante las personas que no te importan
Hacerte el gracioso con tal que te recuerden
Olvidar a la gente que te quiere


Queda prohibido
No hacer las cosas por ti mismo
Tener miedo a la vida y a sus compromisos
No vivir cada día como si fuera el último suspiro

QUEDA PROHIBIDO
Hechar a alguien de menos sin alegrarte
olvidar sus ojos, su sonrisa
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse
Ovidar su pasado y pagarlo con su presente

QUEDA PROHIBIDO
No intentar comprender a las personas
Pensar que sus vidas valen más que la tuya
No saber que cada uno tiene su camino y su dicha

QUEDA PROHIBIDO
No crear tu historia
No tener un momento para la gente que te necesita
No comprender que lo que la vida te da, también te lo quita

QUEDA PROHIBIDO
no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual
Pablo Neruda



por todo ello, ruego a las autoridades competentes de juzgar el cumplimiento de estas normas, se personen en mi domicilio pues en esta fría mañana que tanto me pesa, noto como estoy infringiendo algunas (no todas) de estas prohibiciones. Quizá a lo largo del día, iré cumpliendo más estas reglas pero ahora, siento que no puedo porque una fuerza superior, pretende arrastrarme para no hacerlo.