lunes, 30 de marzo de 2009

periodismo politizado

Hoy en mi centro de día, segunda residencia o bueno, en definitiva, en la Facultad de Comunicación de Sevilla, se ha celebrado a las 7 de la tarde una conferencia en la que se invitaba a reflexionar sobre la actualidad de la profesión periodística. Para ello, acudieron el decano de la institución, Francisco Sierra Caballero, encargado de moderar el acto y en calidad de invitados el profesor Ramón reig, los periodistas en activo javier Parra y Román Orozco y por último, el primer teniente de alcalde del ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos. Una pena que el salón de grados manuel Chaves Nogales se llenó de miembros de Izquierda Unida y no de estudiantes, sólo estábamos unos pocos para hacer una noticia para la asignatura de redacción Periodística Audiovisual.

Cada día aprecio más como profesor y como persona al doctor Reig, han tenido que pasar unos cuantos años para encontrarme a alguien que coincide en tantos aspectos conmigo, y que encima imparte la asignatura que sin pensarlo, llevo impartiendo de forma autodidacta toda mi vida, no es otra que estructura de la información. Desde su situación de docente en la FCOM desde hace muchos años, Reig en la charla de hoy reflexionó sobre la situación actual de la profesión, poniendo incapié en los intereses de empresas agenas al mundo de la comunicación que con su intervencionismo, contaminan la información que recibimos los demandantes. También puso incapié en algo de lo que hablaremos un poco más abajo, el intervencionismo político que como él ha dicho, ha conseguido que los periódicos conviertan sus portadas en auténticos carteles de propaganda electoral. Decía él hace unos días en clase que la sección de España de los diarios era la menos interesante, cosa que cada vez estoy más de acuerdo pues leyendo titulares sobre tramas de espionaje, candidatos propuestos por medios y demás, hacen que te motive más leer un buen libro.

Sobre la intervención de javier Parra no puedo hablar mucho, pues inevitablemente, este que aquí escribe, se quedó dormido pues anoche el sueño me abandonó pronto y he aguantado (y estoy aguantando todavía) gracias a una dosis de cafeína bien concentrada que tomé esta mañana antes de salir. Su fuerte voz y buena dicción no fueron suficientes para mantenerme a la escucha aunque bueno, siempre puedo rescatar el audio de mi fonoteca personal, para eso fui pertrechado de mi inseparable grabadora digital, que suelo emplear para este tipo de eventos. Desperté con los aplausos del final y seguidamente, tomó la palabra uno de los periodistas que más me gusta leer en las páginas andaluzas de El País, no es otro que Román Orozco, del que os he comentado por aquí algún que otro artículo suyo. No se si sigue siendo director de la edición regional, o sólo es empleado como le ha definido hoy el señor Torrijos.

Orozco hizo una intervención breve pero no menos interesante, donde se encontraron anécdotas personales y reflexiones sobre la falta de ética de algunos periodistas, además de críticas muy directas a la cabecera rival, por su interés de demostrar que ETA estaba implicada en los atentados del 11M. Es una pena que este hombre que hace unas columnas de opinión tan acertadas y unos reportajes y perfiles tan cercanos sea tan parcial.

Seguidamente, llegó el penúltimo punto de la conferencia, que fue el que más desentonó. El señor Torrijos, jaleado en silencio por sus camaradas de partido, con Diego Valderas y Lolo Silva a la cabeza, tomó la palabra con un tono mitinero y una retórica claramente cantinflera pues su intervención quizá fue más larga que la de los demás ponentes, pero en realidad, poco dijo, sólo estuvo atacando con dureza al Diario ABC, según él, el principal cañón que apunta hacia los suyos. Sus argumentos no tenían ninguna base, pues citaba titulares totalmente falsos al menos, en las diapositivas sobre las que se apoyaba, no figuraban tal y como él los transmitía de forma oral al público allí citado. Este pequeño Mitin que el señor Torrijos nos ha dado hoy, sobraba totalmente, me recordaba un poco a la campaña electoral, cuando un alcalde que ha ganado por mayoría absoluta, se defiende de los ataques de la oposición que en toda la legislatura siempre ha estado al quite. Digo que sobraba porque Izquierda Unida en el Ayuntamiento sólo sacó tres concejales, y este señor se daba unos aires altaneros, como si él fuera el mismísimo Monteseirín, tampoco santo de mi devoción. El mayor disparate fue cuando recordó aquello del solsticio de Invierno, nombre que él por sus creencias, prefiere darle a la navidad ¡menuda cursilada!. Por muy poco católicos que seamos, la navidad será siempre navidad, y la semana santa semana santa, son tradiciones que si quieres y sientes tu tierra, no renegarás nunca de ellas. Quizá el señor Torrijos no come polvorones ni torrijas porque son dulces típicos que se hacen para conmemorar una fiesta de la iglesia católica.

En definitiva, este teniente de alcalde que tenemos en Sevilla, ha estropeado una gran ponencia donde se nos invitaba a la reflexión y el fomento del espíritu crítico, porque no asume que es un personaje público, que por ello, debe moderarse en su lenguaje y sus formas. Lo que sí ha asumido muy rápido es lo que Ramón reig nos recordó al principio, “el periodismo más que el cuarto poder es el primer poder”. Por eso ha dado un poco a entender que no sabe afrontar las críticas a las que está expuesto, muchas de ellas buscadas por sus actitudes de inadaptado a la política de una gran ciudad. Como todo no van a ser palos, estoy de acuerdo que los medios a veces, por sus intereses espúreos, se pasan más de siete pueblos a la hora de informar mezclando la opinión hacia el lado que les interesa. Lo más triste, es que esto ocurre cada vez con más frecuencia como hoy de nuevo se nos ha recordado. También estoy de acuerdo en que la política del diario ABC en su edición sevillana hacia el ayuntamiento es de acoso y derribo, quizá a veces demasiado subjetiva, pero estas coincidencias, no quitan en que esté en total desacuerdo con la invitación qe se ha hecho al acto a este señor que ha desentonado en todo momento, de principio a fin pues lo ha aprovechado para intentar lavar su imagen y no reflexionar sobre una de las profesiones vacacionales más hermosas. En definitiva, los políticos, son altamente perjudiciales para el libre ejercicio de esa que no hay más que una, que no es otra que la libertad de expresión.

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