domingo, 1 de marzo de 2009

los vestigios de un pasado

he estado esta mañana visitando el Parlamento de andalucía, aprovechando la jornada de puertas abiertas con motivo del día de la patria, como yo llamo cariñosamente al día de mi tierra. Este edificio, se construyó en el siglo XVI y fue primero un hospital, el de las cinco Llagas, que estuvo en funcionamiento hasta no hace mucho tiempo, los sevillanos más viejos del lugar lo recuerdan como el mejor de la capital durante muchos años. No me extraña que lo fuera, pues si comparamos el viejo hospital de san Lázaro, muy cerca de este edificio que es ahora el punto de encuentro para tomar las decisiones fundamentales en el futuro de Andalucía, tenemos a un edificio ruinoso, y con muy poca ventilación. El parlamento es un edificio amplio, limpio, donde conviven perfectamente, pasado y futuro.

la charla distendida durante la caminata, primero hacia Torneo y luego hacia El alameda de Hércules y durante la comida, no me ha dejado tiempo para pensar. una vez sólo, en el autobús de vuelta a casa he vuelto al monólogo post Visita monumental. En mi opinión, el sevillano es una persona que siente su ciudad un par de semanas al año: feria y semana santa; el resto, poco o nada se preocupa por sus monumentos y su historia. A esta conclusión llegué hace un par de años, cuando tuve que ejercer de improvisado guía turístico, para un grupo de cinco manchegos de ciudad Real, que por falta de presupuesto, se lojaron en una casita en Castilleja de la Cuesta para celebrar que sus estudios de derecho terminaban.

Me preguntaban por la catedral, y poca o nula idea tenía de los entresijos de la historia de este monumento, lo mismo me pasó con el alcázar. Al menos, supe contarles muy rápido pero correctamente la historia de la torre del oro que no de loro. ¿Cuántos sevillanos de los de toda la vida han visitado por ejemplo la casa de pilatos o han subido a la Giralda?. A la primera pregunta respondo yo no, y a la segunda, hace mucho tiempo, porque fui de visita con el colegio. Esta falta de interés, se manifiesta en los políticos, se conservan poco y mal los monumentos, otras ciudades más pequeñas como Córdoba o Granada, saben defender más lo suyo.

El estado de la zona no monumental también ha empeorado en unos años, empezando por esa lamentable estación de autobuses del Prado, sólo superada en su cutrez por la de Jaén. Salimos de este recinto ruinoso y las aceras de los alrededores, o bueno, el interior del parque de María Luisa están bastante sucios, llenos de papeles y demás basura. Si vamos por esa zona y entramos en el edificio del rectorado de la Universidad de Sevilla, volviendo a la zona monumental, vemos que aquí no ocurre como en el parlamento, la tradición le ha echado un pulso al futuro y le ha ganado, tanto, que parece que hemos entrado en la antigua universidad donde el abogado periodista del diario pueblo Antonio Alcántara cursaba sus estudios y hacía contactos con miembros del Partido comunista. No podemos terminar sin echarle un vistazo a la Plaza de España, y ver su estado de deterioro. Como éstas, muchas cosas. Creo que desde Sevilla, si su legado histórico se hubiese protegido más podría haberse presentado una candidatura a capital cultural, pero tal y como están las cosas, ni los turistas se van con un buen sabor de boca, pues a lo anteriormente citado, hay que añadirle que el tráfico ha llegado hasta el fondo convirtiéndola en una de las ciudades más ruidosas de España. Lo bueno de todo ésto, es que es una gran ciudad a la que le está costando muchísimo trabajo perder el espíritu de pueblo grande.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, hoy me toca romper el hielo a mi, jeje, es cierto eso que dices de que no nos interesamos por la ciudad en la que vivimos, aunque Jerez y yo somos una excepcion pues me cuesta contar cuantas veces he visitado ya el Alcazar de Jerez :) Pero si nos centramos en Sevilla, estoy contigo, llevo 4 años, casi cinco en esta ciudad, y la Torre del Oro sólo la he visto una vez, poco antes de las navidades en que el coche de Desi pasó por al lao, en fin, que la vi de pasada por primera vez en 5 años. Y no es por falta de ganas que no conozca vuestra ciudad, es por falta de guías... una gran pena, porque creo q Sevilla tiene mucho para ver.
Gran día el de hoy! siempre está bien conocer un poco más de nuestra historia y del Parlamento, muy bonito, por cierto.

Jorge dijo...

Pues sí, los sevillanos tenemos mucha falta de interés por conocer la ciudad en la que nacimos y vivimos. es una pena que aprendamos a quererla más cuando nos vamos fuera, en abril me iré de viajes, porque son dos y en mayo también seguro que cuando esté dos días fuera, la echaré de menos. Tuve que irme a Madrid para sentirme más andaluz que español y cogerle cariño a mi ciudad. Muchos estudiantes, viven aquí durante cinco años y no visitan ni hacen por conocer mejor la ciudad donde viven, culpa de ellos por su falta de interés,y de nosotros por no vender bien nuestras escelencias.
Aquí los monumentos más apreciados con diferencia, son los más de 4000 según José Antonio Garmendia, aquél colaborador malas pulgas de Carlos Herrera que murió no hace mucho, levantados en honor de la Cruzcampo.

tusitala dijo...

Es ccierto que Sevilla cuida mucho peor su patrimonio que otras ciudades. no hay más que ver la plaza de España y lo que queda de las exposiciones universales, tanto la del 29 como la del 92. Me duele muchísimo porque aunque me siento jerezano he vivido la mayor parte de mi vida allí. A lo mejor hoy estoy algo pesimista porque me he pegao un atracón de estudiar de los buenos, pero creo que en todas partes es así. Sí, hay ciudades como Córrdoba o Granada que cuidan algunos monumentos, pero es con fines económicos, para sacar partido del turismo, y no porque le tengan más cariño a su historia. En Granada Federico García lorca ya se quejaba hace mucho tiempo de que en Granada, al mismo tiempo que se cuidaban los monumentos esenciales, se destrozaba gran parte del casco antiguo. Sigue siendo así.
Hoy por ejemplo me he enterado de que en 2013 se celebrará el "primer milenio" del reino de Granada. Esto es doblemente mentira. En primer lugar porque Granada ya ahce muchos siglos que no es reino, y por tanto no puede cumplir su primer milenio. Y en segundo porque, aunque es verdad que hubo un efímero reino de Granada en el siglo XI que después desapareció, no fue hasta 1240 más o menos, no recuerdo la fecha exacta, cuando comenzó el verdadero reino nazarí de Granada. Seguramente dentro de doscientos años se volverá a celebrar.
Algo parecido pasa en Cádiz con la constitución de 1812. El otro día dije que estoy muy orgulloso del pueblo gaditano, y lo mantengo. Pero la única razón de que la constitución se publicara en Cádiz fue que era la única ciudad española no ocupada por Napoleón aquel año, porque era prácticamente una isla y estaba muy bien defendida, principalmente por la marina inglesa. Sí es verdad que seguramente el pueblo gaditano era en aquella época mucho más ilustrado y liberal que el de otras zonas de España. pero tampoco es verdad, como he oído en un anuncio, que la constitución de 1812 fuera "la primera constitución liberal europea". ¿y las de la revolución francesa?
Con esto quiero decir que lo que cuenta, en la mayoría de los casos en que realmente se cuida el patrimonio, no es la historia sino la propaganda.

Jorge dijo...

Con gente así da gusto actualizar el blog, sabes que puedes escribir una cosa pequeñita que siempre te la engrandecerán.
Pues sí, a veces el patrimonio se mantiene por propaganda, o se aprovecha el buen estado de conservación para trastocar un poco la historia, total, como la gente lee poco y no suele interesarse mucho, no se van a dar cuenta.
la plaza de España, diseñada por Aníbal González es uno de los restos que quedan de la exposición universal del 29. La Isla de la Melancolía, donde algunos cursamos nuestros estudios universitarios es el otro gran legado de exposición Universal, concretamente la del 92. Allí tenemos un estadio olímpico que se abre para que cante Luis Miguel, donde también tiene sus estudios una emisora de radio y otra de Televisión del mismo grupo de comunicación, los restos de pabellones convertidos ahora en empresas y entre resto y resto de la Expo del 92, jaramagos y silencio deprimente.
Cuando estuve en Granada, hace poco, pasé por lo que fue la antigua cárcel, un edificio que ha sido reabilitado para convertirlo en un centro de reinserción y alojamiento para presos de tercer grado. Aquí, de la antigua cárcel que estaba frente al Centro Comercial Los Arcos, nada o casi nada queda. Como todo, se ha abandonado y no se ha aprovechado bien el terreno.
prefiero sinceramente que se conserve el patrimonio y se utilice un poco con fines propagandísticos a que se deje en estado ruinoso hasta que tengan que destruirlo porque le ha caído un ladrillo en la cabeza a una mujer que pasaba por allí.