lunes, 20 de abril de 2009

La colina de Petrín

la jornada de ayer empezó un poco más tarde, pues teníamos que recuperarnos de nuestra visita frustrada al ufleku. El ufleku (oso en checo), es una fábrica de cerveza negra y una taberna típica, que recuerda mucho a las irlandesas. Al precio de 22 Coronas checas, menos de un euro, te ponen una gran jarra de medio litro de la bebida nacional del país. a la hora de pedir mas no hay que preocuparse, los ocamareros son atentos y en seguida se encargan de rellenar. Mientras el alcohol de la cerveza empieza a hacer los primeros efectos, en el ufleku se escucha música típica checa, con acordeón y trombón es la que pude observar el sábado. Según nos comentó Nelson, es un sitio ideal para beber pero no para comer, pues esto último es un poco caro y no de tanta calidad como en otros sitios. la visita fue frustrada, pues cuando llegamos poco antes de las 10 y media las mesas largas del local estaban a rebosar, no podíamos hacernos ni un hueco. En la República Checa es típico en los bares de sentarse en la primera mesa libre que se encuentre, compartiéndola con gente totalmente desconocida. para no irnos de vacío a casa, entramos en un pub que vimos abierto justo en frente, uno de esos lugares que son el resultado más desastroso de la globalización: música como en España, intenso humo como en España, bebidas a los mismos precios que en España, y claro está, gente que baila como en España; al menos la entrada era libre, sólo pagué las dos jarracas de cerveza checa que me tomé por casi 2€ al cambio. A la 1 de la mañana estábamos de vuelta, para reponer fuerzas para el día siguiente.

A las diez de la mañana bajamos a desayunar, como siempre yogur, huevos, pan, salchichas, bacon y café. Esta vez estuvimos acompañados por unos compañeros de hotel muy particulares, unos americanos que parecían sacados de una película de estas de coches como a todo gas, o eran artistas del redgaeton con medallucos y mucho oro encima. Los tíos se servían como en su casa, incluso se llevaron la jarra de zumo a la mesa. Tras terminar de vestirnos, comenzamos a andar para dirigirnos al punto previsto de nuestra visita de domingo, que no era otro que la colina de Petrín, un lugar que aunque parezca estar a las afueras, se encuentra en pleno centro de la capital de la República checa. Comenzamos la ascensión deteniéndonos junto al monumento que simbolizaba el comunismo, cuyo nombre no recuerdo ahora. Se sitúa al principio de la subida, poco antes de llegar a la estación del funicular y se pueden observar varias figuras de hombres, uno muy fuerte y otros más rotos. Puede leerse una inscricción en checo en la que salen los años 1948 y 1989, que son los del principio y el fin de la etapa soviética.
Por 26 coronas, adquirimos el billete para ascender a la colina. Si venís en metro o tranvía, os vale el mismo tiket de hora y cuarto. Al llegar a la subida, contemplamos las hermosas vistas con Praga de fondo para luego subir a la torre que lleva el mismo nombre que la colina.

La torre o mirador de Petrín tiene una altura de 60 metros. El parecido entre ésta y la parisina Torre Eifeld, no es casual, ya que surge del entusiasmo de unos turistas checos que contemplaron la Torre parisina con ocasión de la Exposición Universal de 1889. Entonces decidieron impulsar la edificación
de algo similar en Praga. La torre de Petrín fue inaugurada en agosto de 1891 con motivo de la Exposición Nacional de Praga y después de menos de 6 meses
de trabajo.

La cabina del mirador está a 51 metros del suelo y a 198 metros sobre el nivel del río Moldava. Tiene bastantes menos escalones que la Torre Eiffel, tan
solo 299, aunque también es posible subir al mirador en ascensor. Si decidimos ascender en escaleras, estas son un auténtico rompepiernas, muy inclinadas y estrechas. la bajada, no tanto pero también agota muchísimo. Por si sirve de consuelo, entre tramo y tramo hay bancos para sentarse a descansar de la agotadora subida. merece la pena asomarse al mirador para contemplar la colina, el estadio del Slavia y la catedral de San Vito de fondo; sin duda, una postal inolvidable que permanecerá para siempre en nuestras retinas y que es aún más inolvidable, por el fantástico clima primaveral del que disfrutamos. la subida a la torre tiene un precio de 100 coronas cehcas, con descuentos de la mitad para estudiantes con el carnet joven euro 26, y de 20 coronas más para periodistas y minusválidos que lo acrediten.

Al bajar fuimos en frente de la torre, al laberitno de los espejos. Por 100 coronas, 50 con descuento, entramos en esta atracción consistente en un laberinto, con muchos espejos en el que te ves de forma diferente pues están situados en distintas partes del cuerpo: te ves doble, con zapatones, con mucha cabeza... ETC. el resto de visita monumental no tuvo mucho más detallable que contar, almorzamos en la colina en un bar de comida rápida, yo al ´fin tomé algo típico, la Klovasa, que es una longaniza gigante servida con una rebanada de pan con un poco de salsa picante. Dentro de la comida rápida que hemos tomado en estos días, es lo más rico y diferente. Esta salchicha se vende también en los puestos de venta ambulante de los distintos mercadillos. Un detalle curioso de la comida, tuvimos que venir hasta aquí para encontrarnos con tres compañeras de facultad reconocidas por Desi a las que no saludamos pues las caras sonaban, pero no más.

El resto de la tarde transcurrió paseando, buscando monumentos de la zona para visitar, pero todos estaban cerrados, o eran de pago como la biblioteca. La única iglesia que pudimos visitar de pasada fue la del niño Jesús de Praga, en la que estaban dando misa en italiano. Los sábados por la tarde, para los interesados, hay misa en español a las 6. Volvimos a la plaza del reloj para ir de puestos ambulantes y de paso escuchar un poco de rock checo, pues el día de ayer estaba consagrado a esta música. Ayer compré el regalo más caro, dirigido a mi consistente en una gigantesca jarra de cerveza de medio litro con un botellín de tercio de Urkel, la marca más famosa de aquí. El grupo de rock que vimos ayer tiene un nombre impronunciable, cantaba sobre todo versiones; nosotros vimos el final mientras merendábamos dulces típicos, son recomendables una especie de churros de patata con azúcar y canela por encima y los rosquitos que también tienen un nombre extraño. El grupo de rock terminó su actuación con una peculiar versión de la bamba, cantada en español pero con un claro acento checo.

De vuelta al hotel, intentamos comprar pan y descubrimos que los supermercados Tesco, que en Londres hay muchos. según la publicidad, estos establecimiento non stop, pero ayer a las 8 ya estaba cerrado, así que tuvimos que comprar en otro super cercano pan de molde para los bocadillos de la cena. Una pena, pues dos días que llevamos comiendo este tipo de pan y lo estamos aderezando con alimentos a los que no les pega nada, como son el atún y el riquísimo jamón que nos dio la madre de Fernando. El jamón sabe siempre rico, pero quizá por estar fuera de casa nos supo aún mejor. Después de cenar estuvimos viendo águila roja, una serie a la que no termino de cogerle el gusto y para no perder el ábito, terminando algunos trabajos de facultad que nos tienen agobiados y no podemos dejar para muy tarde. para hoy, tenemos prevista una visita al barrio judío para la que ya estamos prestos y dispuestos, esperando a laura y maría del Mar que siempre son las últimas en terminar sus faenas mañaneras.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

lo MÁS SORPRENDENTE DE TODO ESTO QUERIDO GORGUE ES QUE NO LE COJAS EL GUSTO A LA GRAN SERIE ÁGUILA ROJA! POR LO DEMÁS LA ENTRADA ESTÁ CURRADA, ESPERO QUE LO ESTÉS PASANDO BIEN AUNQUE SIN DUDA COMPRUEBO QUE PASAS MÁS HAMBRE QUE EL PERRO DE UN CIEGO... JAJAJAJAJA, ES QUE COMO EN ESPAÑA NO SE COME EN CASI NINGUNA PARTE
UN SALUDO CORDIAL

mario ordoñez naranjo dijo...

Hola amigo... Yo me acuerdo tambien cuando estube en la republica checa, bonitos recuerdos la verdad... la comida una mierda pero la vevida super barata, por lo menos cuando fuy yo jejejeje me acuerdo que nos perdimos y fuimos preguntando en ingles chapucero y cuando nos kisimos dar cuenta a quien le preguntabamos era español jejeje ke risas... un saludo

cris and cracker dijo...

hola jorge!
puff si aquí en la república checa pasaste anbre no te cuento cuando vayas a por tu can! yo que tu llevaría un jamón al baciío o algo jaja por que vendras con unos kilos de menos aunque yo me alimenté de postres que eso si que lo hacen rico rico.
anda y mira tu que viajas ehe! pa la proxima vez que vengas ya vienes con tu peludo de cuatro patas, dios que locura! jajaj ya ves se me pega lo del rafa! jajajajajaj, venga ya no te pongo mas que no se si esto será muy largo pa estas cosas, por que no tengo ni idea ya que es mi primer comentario.
besinos!

Jorge dijo...

¡Hombreeee!:
Un primer comentario tuyo!. Espero que no sea el último porque siempre hace ilusión leerte. Ya verás como poco a poco te acostumbras y ves que no es tan difícil eso de hacer comentarios. Ya que estamos, te sugiero que para la próxima vez elijas la opción de entrar con tu cuenta de blogger para que los visitantes puedan acceder a tu perfil y a tu blog que actualizas de tanto en cuanto.
en cuanto a la comida, llevo un par de meses a dieta de pasar hambre o de comer menos, esta mañana al levantarme he descubierto con gran sorpresa que mi tripa cervecera se ha quedado a la mitad, aunque aún hay restos de mollas que indican que en un tiempo no muy lejano estuve más gordo. Ya iré contando que tal como por tierras americanas, por lo que me han dicho no está mal del todo eso sí, como siempre en esa zona todo con muchas salsas y picantes con lo que voy a echar un protector de estómago en la maleta por lo que pueda pasar. ¡Esto si es un comentario largo y no el tuyo!. jejeje, es que me pico a escribir y no paro