jueves, 17 de diciembre de 2009

El final de una mañana

Los compañeros de la Radio de los Blogueros de Punto Radio Sevilla, piden entradas sobre el final de las cosas para su último programa de 2009 que se emitirá este viernes por la 93.0 y por su blog, de 7 a 8 de la tarde. aquí va la mía.

Era una tarde de junio en la que el calor no apretaba mucho. Tu amiga, me había dicho que aquél día, irías a la facultad a hacer tu último examen. Estaba esperando el autobús en la puerta, después de una agotadora mañana dándole forma a unas ideas para aspirar al notable y apareciste tu. Como siempre, no tuvimos que recurrir a ninguna artimaña para encontrar conversación. Aunque fuimos compañeros, yo me quedé atrás haciendo el curso escoba, una circunstancia que nos unió más. En los dos, había como un sentimiento de aspiración a tener más que un simple trato universitario pero no tuvimos el valor de hacerlo, la rutina nos absorbió impidiendo que nos hicéramos más amigos.

Antes de tu llegada, ese era el motivo de mis pensamientos, que podríamos haber tenido una amistad más fuerte pero no fue así y ahora, quizá era demasiado tarde. La conversación que manteníamos mientras el autobús luchaba por darse paso en la hora punta sevillana, hizo que me olvidara un poco de todo aquello. Aquél día, tu ibas con tiempo de sobra, tu tren no salía hasta las 3 y media y me dijiste que comerías en el Burriquín de Kansas City que había estado cerrado varios meses por obras. La conversación que teníamos, quizá era más interesante que otros días, quizá porque sabíamos tardaríamos en volver a vernos, se ha quedado más en mi memoria. De pronto, el autobús hizo un giro para tomar por José laguillo; entonces supe, que el final estaba llegando; la primera parada, y al cerrar en la siguiente sus puertas, llegó el crudo momento. Nos dijimos adiós sin saber que decirnos. Ambos sabíamos que aquél hasta luego no era hasta mañana poco antes de las 8, era un adiós interrogativo, pues no sabíamos cuando llegaría el rencuentro. Lo único que te salió es un “que tengas suerte” en el que se leían muhas palabras y deseos y en el que se veía, un final forzado. Desde entonces, no hemos vuelto a vernos. El autobús siguió su camino dejando atrás lugares que por tu vida en el pueblo y tu trabajo intenso, no volverán a verte pasar en mucho tiempo, pero que siempre recordarás con cariño.

2 comentarios:

radioblogueros dijo...

Preciosa entrada, compañero. Muchas gracias, muchos besos y felices fiestas de parte de todo el equipo ;)

Jorge dijo...

¡Igualmente para vosotros!. Es un gusto escucharos cada viernes por la tarde. Os animo a seguir haciendo más ideas como estas que han tenido tan buen resultado