martes, 30 de junio de 2009

último día de vacaciones

Querido Dodger:
Hace dos días se cumplió un mes de tu llegada a Sevilla. ¿Te acuerdas de aquél largo viaje, la tristeza y el miedo que sentí cuando Evelin, Diego, Alan y Joaquín se marcharon y llegó de casualidad Inma? ¿Te acuerdas como te daba granitos de pienso para que tus pobres oídos no sufrieran con los túneles?. ¿recuerdas cuando llegaste a esta que es ya tu casa y en la que me demuestras te sientes muy agusto por tus movimientos de rabo al levantarnos cada día, o al llamarte para decirte que vamos a jugar o a salir a dar un paseo?. Era por estas horas, o un poco antes, cuando la Honey al verte tan grande, se fue corriendo y yo tuve que salir pitando rumbo al hospital y dejarte sólo porque decían no podías entrar a la habitación donde se encontraba mi madre. Era por estas horas, cuando recorrimos la casa palmo a palmo y un poco después, tu como un niño pequeño con zapatos nuevos empezaste a correr subiendo y bajando escaleras.

Ayer se cumplió un mes de tu primer paseo por Sevilla ¡qué calor pasamos! para ir a hacer unos cuantos recados fundamentales para poder retomar mi vida en mi tierra. Ahora te veo andar, y recuerdo ese día, tu cara de joder ¿y ahora donde me lleva éste? y sonrrío, aunque en ese momento sufrí por ti, por lo mal que lo podrías estar pasando y el no poder percibirlo porque no nos entendíamos como ahora lo hacemos aunque ten claro hijo adoptivo mío, que con el tiempo no se si yo entenderé tu inglés de norteamérica o tu mi español, el caso es que nos comprenderemos muchísimo mejor que ahora. ¿Sabes una cosa? fueron tan intenso los días en Estados Unidos, que tu y yo cuando vemos muchas costumbres de aquí, alucinamos y nos cuesta encajarlas pues tengo que reconocer, yo que tanto he criticado a tu país, que allí en muchas cosas se ha progresado más que aquí para bien.

En este mes hemos tenido momentos de todos los colores, algunas veces por cosas que me has hecho me he acordado de mi abuela, cuando estábamos en las Navas y decía "como vuelvas a hacerlo te vas a Sevilla en el autobús de las 5 y media la mañana", pues en tu caso me daban ganas de mandarte a madrid en la primera fragoneta que saliera de MRW rumbo a Buadilla del Monte para que te leyeran la cartilla. Por suerte, esos momentos han sido los que menos, pues en este mes me has dado muchas satisfacciones: a raíz de tenerte que llevar al servicio las relaciones vecinales han mejorado, salgo a hacer recados o a pasear con más ganas y claro está, al verte correr calle arriba calle abajo soltando tu estrés y aburrimiento de todo el día sin hacer nada en este pueblo tan caluroso, consigues que sonrría y me alegre de que estés conmigo. Cuando jugamos, no sé quién de los tres disfruta más tirado en el suelo, si tu quitándole los juguetes a la peque, yo escondiéndolos o ella subida encima mía esperando a que te los quite para que se los de solo a ella. Con tu llegada tuve que renunciar a algunas cosas fruto de la pereza y la soledad, pero a cambio, he recibido otras mucho mejores. No sé como lo habrás pasado esta mañana, pero yo pese a las altas temperaturas de Sevilla poco antes del mediodía, me he sentido muy feliz al llegar los dos juntos andando al quiosco del Fran en la Gran Plaza junto al metro, desde la estación de Santa Justa, un recorrido que para que lo sepas, es de unos 3 kilómetros más o menos. Tanto me gustó esa experiencia, que si no fuera por el calor la habría repetido. En fin, tendremos días para hacer muchos kilómetros por las calles de Sevilla.

Mañana empezamos una nueva etapa los dos, pues hasta ahora, estaba terminando mi vida universitaria, y tu setuviste en acontecimientos clave de ese fin como mi graduación, o mi última cena de compañeros. Mañana empiezo a darle más consistencia a mi sueño, el de ser periodista y hablar por la radio. Llegamos a un sitio nuevo para los dos, en el que tenemos que demostrar lo que valemos, tu como compañero de fatigas que me guía allá donde voy y yo aprender y seguir adelante con lo que hasta ahora ha marcado mi vida. Estoy seguro que gracias a ti, las cosas saldrán mucho mejor que si fuera sin nada cogido de mi mano izquierda, pues hasta ahora así lo ha sido, o al menos eso me parece. es la primera carta que te escribo, pero espero no sea la última, pues nos quedan muchas cosas por vivir y ésto no acaba más que empezar. Nunca me imaginaba que me iba a sentir ante alguie como tu como un padre que cuida de su hijo y que se desvive por él. La gente me desea mucha suerte en la trayectoria que mañana emprendo, yo también te la deseo a ti; al menos el cariño de la gente de la radio ya lo tienes, y eso pudiste notarlo como yo cuando estuvimos el viernes en nuestra primera toma de contacto. Tranquilo, que poco a poco dejarás de conocer a gente y te sonarán todos o casi todos los que veamos día a día, así como te acostumbrarás a las temperaturas de esta tierra, tan distinta a la tuya. Ahora, como pretendo ser un buen padre para ti, voy a darte agua que ya te toca y luego vamos a ponerte guapo para mañana. cuando terminemos, vamos a dar un paseo de esos que a ti y a mi tanto nos gustan por estas tranquilas calles con olor a jazmín y dama de noche.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola muy lindo el escrito, entiendo el sentimiento. y los felicito a los dos. Auxi y Moxy.

sevillana dijo...

No sabes cuanto me encantaria ahora que ya estas en Sevilla conocer a tu amigo incondicional, yo tambien te podría presentar al mio.
Y sobre la nueva etapa de tu vida, me refiero a la radio, te deseo todo lo mejor y que la disfrutes.
Besitos para los dos

Silvia y Gema dijo...

Hola!
Muy emotivas palabras para tu Dodger. Emotivas y muy ciertas, pues creo que todos o casi todos los que tenemos esta gran suerte de compartir nuestros días con estos hijitos peludos, sentimos como nuestras, las palabras de tu post.
Aprovecho que te escribo, para desearte mucha suerte en esta nueva andadura que recién empiezas.
Un abrazo, lametoncillos de Gema.