viernes, 21 de mayo de 2010

la Cosecha

Ella era aparentemente alegre y dicharachera, lo que le hacía ganarse pronto las amistades. Unas amistades, que tan pronto llegaban, no tardaban mucho en irse. Su alegría y buen carácter eran solo una mera apariencia. El mundo está lleno de gente total... se decía.

en las noches, conforme iba cumpliendo años, la soledad le acechaba. En los ratos de insomnio pensaba y le venían a la memoria antiguas amigas y intentaba recordar por qué dejaron de compartir momentos. conforme pasaba el tiempo, se iba sintiendo más sola hasta que un día, llegó a estarlo. Ya nadie la escuchaba, nadie la llamaba para tomar un café en las tardes de domingo. El llanto en su interior, empezó a dolerle hasta casi dejarla sin fuerzas. Se hacía tantas preguntas, que las respuestas se le intercambiaban y por más que lo intentaba, no encontraba solución a su amargura. Pensaba que el mundo estaba contra ella y era ella la que iba en contra de todos.
Una tarde de primavera, sonó el teléfono de casa. Al otro lado, una voz conocida, mostraba su alegría por encontrarla allí. Sintió ganas de pedirle a gritos que la dejara en paz pero no tuvo fuerzas. la conversación se prolongó y cuando colgó, fue consciente de lo que acababa de pasar. Acababa de hablar con su mejor amiga de la infancia y se habían citado mañana misma. Ahora, cada jueves por la tarde se reúnen para ir a la consulta del psicólogo y tras su hora de terapia, en sus caras se ilumina una sonrrisa que les hace sentir una felicidad que nunca habían experimentado

4 comentarios:

Reyes dijo...

Ojú. Cuando la tristeza entra por la puerta...

Rosa Chacón dijo...

La soledad es terrible, y cuando se ha experimentado la alegría de sentirse acompañado es muchísimo peor.

Anónimo dijo...

La Soledad cuando la necesitas es una buena compañera de viaje, cuando aparece sin ser invitada te la puedes sacudir de mil formas distintas.
Yo también tengo miedo a la Soledad por eso lucho cada día contra ella, la pongo de mi lado... pero en el fondo estamos solos aunque saquemos el disfraz de los momentos compartidos.
La Soledad no se busca pero está, no la llamas pero viene y si no la quieres...no te dejes convencer.
Esperanza L.

http://www.renovar-dni.com.ar dijo...

Apreciamos su producción de este post, i realmente lo disfruté. Será sin duda libro marcado su sitio web para ver el futuro .