martes, 3 de agosto de 2010

Un viernes sin lunes

Parece que fue ayer aquél 8 de febrero cuando entré por aquella puerta del antiguo pabellón de Andalucía. ayer, 2 de agosto, salí por última vez de aquél edificio con mi mochila llena de recuerdos y vivencias ahora insignificantes, dentro de un tiempo grandes como árboles frondosos.

Allí dejo a muchos que pasaron de ser voces, a compañeros y amigos que estuvieron ahí desde un principio apoyándome, enseñándome y haciéndome ver que pese a todo, esto del periodismo es algo maravilloso. No voy a decir nombres, pues no quiero pecar de favoritismo pero todos los del rinconcito de la segunda planta, estaréis siempre en mi corazón pues los principios, son los que más marcan. Quiero agradecer también a todos los compañeros de otros programas y redacciones, todo vuestro cariño, apoyo y apuesta por mi pues con muy poco, habéis ayudado a que junto al empujón de los de deportes, que son los que me han tenido que aguantar todos los días, me haya sentido como uno más entre vosotros. No quiero olvidarme de todos los que están ahí detrás, haciendo que la radio suene perfectamente con el trabajo que eso conlleva. ¿Qué sería de la radio sin realizadores de sonido? ¿Y sin productores que atan todos los cabos antes durante y después de los programas?. Es un trabajo quizá, poco agradecido pero no menos reconfortante pues aunque no se les ve, ellos hacen posible que el producto final, resulte atractivo para el oyente. Quizá un simple gracias al terminar, puede significar mucho pues da a entender que aunque hemos puesto la voz, sin ellos, habríamos podido llegar a la mitad.

En este capítulo de agradecimientos, no puedo olvidarme de esos que están aún más atrás todavía y nadie les pone nombre, ni por supuesto voz y cara, son los vigilantes, recepcionistas, personal de limpieza, cafetería o administración que también han estado ahí siempre. Y si pasamos al otro lado, agradezco a todos los oyentes, por cierto algunos muy observadores pues me referían cosas de las que yo ni me acordaba el estar siempre ahí sin que os lo pidiera, de lunes a viernes, pendientes de la radio a cualquier hora para escucharme a mi y a mis compañeros. ahora que ya no estoy, si algún día volvéis a sintonizar con Canal Sur Radio, esos programas ya no os sonarán a chino. No puedo dejar de sonrreír al acordarme de esos desvelados de la sesión golfa de los lunes en la tele, que en lugar de ver tarot para recuperar el sueño o planchar, ponían Canal Sur 2. algunos, son conocidos pero otros, me han parado por la calle sin conocerme de nada para felicitarme. y para terminar, os agradezco a los que no habéis puesto la radio ni la tele, pero que estáis conmigo haga lo que haga, siguiendo mis pasos, confiando en que lo haré bien. Eso es un motivo más que suficiente para levantarte por las mañanas con ganas de tomarte en serio y con responsabilidad el trabajo.

No he dicho nombres no por nada, si no porque sois muchos, y después de tantos cambios de etapa no quiero decir hasta siempre, quiero decir hasta luego. además, no quiero crear problemas por mencionar a unos y olvidarme de otros. Por suerte, tengo muy buena memoria y no me olvidaré de estos 6 meses tan grandes junto a todos vosotros. Ojalá muy pronto, podamos volver a estar juntos compartiendo mesa de redacción, café, edificio, o micrófono en el estudio de la mesa optogonal en el que tan buenos momentos hemos vivido.