jueves, 31 de diciembre de 2009

El último capítulo

Esta noche, en cuestión de segundos se termina una historia y empieza una nueva. la iremos garabateando poco a poco sabiendo que dura 365 días bueno, 366. Se termina un año natural pero para muchos, el año todavía sigue empezando en septiembre y terminando en julio o agosto, cuando el calor aprieta. te pones a pensar y alucinas con todo lo que hoy va a quedar etiquetado con eso de 2009, cosas que ahora recuerdas, y otras que recordarás con el tiempo pues nos hacemos mayores y la memoria a largo plazo funciona mejor que la de a corto. esta noche, comeremos cantidades industriales de entremeses, habrá que hacer hueco al plato principal y luego, nos tomaremos las uvas y brindaremos con cava, champán o gaiteru. Nos besaremos y abrazaremos como pocas veces se hace y después, otra vez mientras festejo la entrada del nuevo año y atiendo alguna llamada o leo mensajes, tendré la sensación del papel en blanco, del jardín por sembrar o del gran espacio por llenar de vida.

que este nuevo año que comienza dentro de unas horas, venga cargado de cosas buenas que nos haga olvidar o tapar todas las malas que ocurrieron en el anterior y si algo malo sucede, que la vida nos de muchas buenas razones para seguir. ¡Feliz 2010!. otra cosa que me gusta de este final de historia, es que el archivo de este blog crecerá un poquito más, algo, que ha sido posible gracias a vuestra retroalimentación con los comentarios recibidos pues hay que reconocerlo, cuando sabes que van a comentar tus ideas, tus inquietudes y en general lo que te salga del teclado, lo haces con gusto.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Un ataque de ego para fomentar la tdt

No, no me he hecho voluntario de Andalucía Compromiso Digital, ni tampoco voy a recibir unos eurillos por hablar de este nuevo sistema de emisión de televisión que empezará a hacerse grande a partir de abril del nuevo año natural que está apunto de llegar. cuando conocí este sistema, tuve curiosidad por conocerlo; algo que se desvaneció en cuanto vi los canales que se ofertaban a través de ONO. en mi casa todavía no podemos ver Veo 7 ni Antena Nova pero bueno, tampoco lo echamos de menos. Tendría que empezar viendo los canales de toda la vida para llegar a eso.

Ahora, si creo que me voy a poner un poco pesadito con los que me rodean para que me hechen los dos brazos tras los televisores que tengo en casa y me arreglen la maraña de cables y podamos ver Giralda TV, la emisora que el ayuntamiento puso en marcha hace unos meses, que ha dejado de emitir en analógico por una historia muy larga de contar aquí. Aunque siempre me han gustado Rafael Almansa y Cristóbal Cervantes, que son las grandes insignias de la casa, no son precisamente ellos el motivo. La tdt tendría que estar funcionando en casa antes del día 8 de enero a las 22, que es el día que yo saldré por ese canal en un programa cuyo nombre no recuerdo ahora y la verdad, tampoco me preocupé en preguntar. Sé que es para fomentar el transporte público, y que lo hace un chaval muy simpático llamado Josema Ramírez, que anduvo por la que hasta mañana será mi casa radiofónica algunos años dando sus primeros pasos en ésto de contar cosas.

La entrevista tampoco fue nada del otro mundo, se hizo dentro de un autobús urbano y hablamos un poco de todo: de lo mío, de mi vida, de mis estudios... vamos, básicamente, lo que cuento en todas las entrevistas ególatras que me piden y a las que yo nunca me niego. pues bueno, a los que me conocéis ya de mucho no os sirve pero si al menos consigo que un par de criaturitas más puedan compartir lo que el Tahur Manco escribió en su blog enlazado más abajo acerca de los caballeros del tacto, puedo decir con orgullo que este mundo es cada día un poco mejor y la venda que muchos no quieren quitarse porque les acompaña desde chiquetitos, se les está cayendo. ahora quieren quedarse sin ella, pues lo poco que han visto nuevo, les ha gustado.

jueves, 24 de diciembre de 2009

¡Felices fiestas y mejores comilonas!

En estos días, parece que estamos obligados a tener que sonrreír y a estar todos juntos. Cada año que pasa, son más los que faltan y a el que aquí teclea, le cuesta eso de afrontar estas fechas que antes eran tan especiales. Aún más cuesta, cuando este año tocará pasar por primera vez la nochebuena fuera de casa, más concretamente, en una habitación de hospital junto a mi madre que permanece en una cama hasta dios sabe cuando. No se me ocurre mucho más que poner únicamente, daros la s gracias a todos los que me habéis arrimado vuestro ombro y me habéis dejado una silla en vuestra mesa para que en un día tan señalado, no me sienta sólo. Por suerte, estando las cosas como están, voy a terminar cenando algo más que una cena especial de hospital para el acompañante de un enfermo terminal

martes, 22 de diciembre de 2009

Día de esperas

Cada día es irrepetible, único en su especie. Aunque unos, son más predecibles que otros. Hooy, casi todos amanecen pendientes de la radio para ver si ese décimo que les trajeron de Asturias, Madrid, Barcelona o Sevilla les da unos eurillos que le quitan de pobre o al menos, ayude a tapar los agujeros provocados por esta sociedad del compracompra en la que estamos inmersos.

En mi casa este año, no queremos que nos toque ningún gordo cargadito de euros. Lo que más anelamos, es que todo este tiempo de hospitales y mala suerte se borre y las cosas vuelvan a ser como antes o al menos, casi. para ello, esperamos varias cosas: una llamada, una cita en virgen del Rocío y unos resultados médicos. Ahí será cuando sabremos si hoy nos ha tocado la lotería o no, y después de eso, en el camino de vuelta a casa, será cuando de verdad empecemos algunos a plantear nuestro futuro quizá impensable, hace 4 años. Mientras tanto, aunque no llevo ningún boleto ni participación, el sonido de fondo será como el de gran parte de España, el de la SER retransmitiendo el sorteo algo, que desde que Iñaki Gavilondo pasó a la televisión ya no volverá a ser lo mismo.

jueves, 17 de diciembre de 2009

El final de una mañana

Los compañeros de la Radio de los Blogueros de Punto Radio Sevilla, piden entradas sobre el final de las cosas para su último programa de 2009 que se emitirá este viernes por la 93.0 y por su blog, de 7 a 8 de la tarde. aquí va la mía.

Era una tarde de junio en la que el calor no apretaba mucho. Tu amiga, me había dicho que aquél día, irías a la facultad a hacer tu último examen. Estaba esperando el autobús en la puerta, después de una agotadora mañana dándole forma a unas ideas para aspirar al notable y apareciste tu. Como siempre, no tuvimos que recurrir a ninguna artimaña para encontrar conversación. Aunque fuimos compañeros, yo me quedé atrás haciendo el curso escoba, una circunstancia que nos unió más. En los dos, había como un sentimiento de aspiración a tener más que un simple trato universitario pero no tuvimos el valor de hacerlo, la rutina nos absorbió impidiendo que nos hicéramos más amigos.

Antes de tu llegada, ese era el motivo de mis pensamientos, que podríamos haber tenido una amistad más fuerte pero no fue así y ahora, quizá era demasiado tarde. La conversación que manteníamos mientras el autobús luchaba por darse paso en la hora punta sevillana, hizo que me olvidara un poco de todo aquello. Aquél día, tu ibas con tiempo de sobra, tu tren no salía hasta las 3 y media y me dijiste que comerías en el Burriquín de Kansas City que había estado cerrado varios meses por obras. La conversación que teníamos, quizá era más interesante que otros días, quizá porque sabíamos tardaríamos en volver a vernos, se ha quedado más en mi memoria. De pronto, el autobús hizo un giro para tomar por José laguillo; entonces supe, que el final estaba llegando; la primera parada, y al cerrar en la siguiente sus puertas, llegó el crudo momento. Nos dijimos adiós sin saber que decirnos. Ambos sabíamos que aquél hasta luego no era hasta mañana poco antes de las 8, era un adiós interrogativo, pues no sabíamos cuando llegaría el rencuentro. Lo único que te salió es un “que tengas suerte” en el que se leían muhas palabras y deseos y en el que se veía, un final forzado. Desde entonces, no hemos vuelto a vernos. El autobús siguió su camino dejando atrás lugares que por tu vida en el pueblo y tu trabajo intenso, no volverán a verte pasar en mucho tiempo, pero que siempre recordarás con cariño.

domingo, 13 de diciembre de 2009

11 años

No es un aniversario redondo pero hoy, a diferencia de otros años lo he recordado con más intensidad. Han pasado ya 11 años de aquél día, en el que estaba en mi habitación del internado escuchando el programa de Rafael Cerro en Radio Voz. Aquella mañana, probaban el nuevo Seat Toledo en el que luego, tanto montaría en madrugadas llenas de amigos y regadas con altas cantidades de alcohol. Fue en ese momento, cuando la canción de Fools Gardens lemon tree sonaba para darle paso a la prueba, cuando la puerta de mi habitación se abrió; era Adolfo, uno de los compañeros de apartamento quién me avisó que me reclamaban en el despacho de residencia. Me pensé si ir o no, pues al principio creía que me iban a castigar por hacer o decir algo; aquél chaval, nunca traía buenas noticias y era, de aquellos que van de más listos. Al final decidí bajar, pensando que si no lo hacía, me vendrían a buscar y sería peor.

Una vez entré, el ambiente era solemne, estaban reunidos como deliberando algo. Empecé a temblar intuyendo la bronca que daría paso al castigo; no tuve que esperar mucho, pues la encargada del internado en fin de semana, quiso ir al grano. “Mira Jorge, ha llamado tu madre porque tu padre ha tenido un accidente, si te quieres ir a Sevilla, salen trenes a las 2, a las 4, a las 5 y a las 6”. Lo que menos esperaba yo, era aquello. La primera reacción que tuve fue decirle que iba a llamar a mi casa a preguntar y ahora volvería. Subí de nuevo a mi dormitorio y marqué; en casa, cogía el teléfono todo el mundo menos mi madre y nadie hablaba mucho. Al ver aquello decidí sin pensarlo más, coger un AVE. Avisé a mis amigos de lo que ocurría y nos preparamos para la comida especial en honor a Santa Lucía: langostinos pelados, cordero, sopa y pasteles. No quise correr demasiado y ahora, pienso que es lo mejor que hice; aquella comida, dentro de mi inquietud, me supo a un fuerte abrazo de esos que te transmiten mucho ánimo de parte de todos los allí presentes, para ayudarme a superar lo mejor posible el mazazo que me aguardaba al subir la rampa de Santa Justa. Cuando me percaté que el colegio pagó el taxi hasta atocha y el billete del tren, algo me hizo pensar que aquél accidente podría ser más que eso. El viaje de 2 horas y medias fue largo, eterno diría yo. Sentí ganas de bajarme a empujar para llegar antes.

Al fin, a las 6 y media, llegamos; no tenía cuerpo de observar la diferencia con la capital de España, de alegrarme por estar en mi tierra a la que había empezado a querer desde hacía 3 meses, cuando me marché por voluntad propia. Subí de la vía, y allí estaban mi hermano y mi madre. De mi boca, salieron las típicas preguntas “¿qué ha pasado? ¿cómo está? ¿Es grave?”. Y la más estúpida de todas: “¿en qué hospital está”?. Se hizo un silencio que pudo parecer eterno y llegó la respuesta: en el cementerio. Puede parecer duro pero también lo veo comprensible contestar así, pues son situaciones en las que no puedes, por mucho que lo intentes, medir tus palabras para no hacer daño. Digas lo que diga, esa respuesta, quedará grabada en quién pregunta para toda su vida. ¿Y ahora qué?, fue la siguiente pregunta luego, luego… vienen muchos recuerdos sueltos e inconexos como si de un sueño se tratase. Llegué a casa y no recuerdo bien como fue todo creo, que era como una especie de situación de tanatorio; mucha gente, se charlaba, se tomaba café, los móviles que empezaban a estar presentes en nuestras vidas sonaban, (algunos con canciones navideñas incluidas por el fabricante) y creo que incluso, hubo algún momento en el que reímos todos. Mis recuerdos vuelven a conectarse cuando nos quedamos sólos y yo me pregunté que hacer. Decidí que lo mejor era acostarme para dormir y no pensar. Aquella noche, no quería dormir sólo; sentí mucho frío, dentro y fuera de mi cuerpo. La pregunta del ¿y ahora qué? Seguía resonando en mi cabeza mientras en la radio, Gaspar Rosety acababa de terminar de narrar el barça con no se quién y los aficionados gritaban ¡núñez dimisión!. Aquella algarabía turbó aún más mi ánimo y decidí apagar y dar media vuelta. En seguida quedé dormido, con un sueño profundo como hacía mucho no tenía. Cuando desperté a la mañana siguiente, empecé una nueva vida, la que hoy sigo saboreando con tragos unos dulces y otros no tanto.

Todos los días, querido padre, me acuerdo de ti. Ya no te pido perdón por todos los errores que cometí pues se que no es necesario, pues allá donde estés tu no consideras que yo me haya equivocado. Tus consejos, tus enseñanzas, tus frases e historietas se han hecho grandes para mi y me acompañan allá donde voy, como tu fotografía en mi cartera. Si alguien ha contribuido a fortalecer los pilares de mi vida: mis sueños, mi vocación periodística o mis inquietudes culturales, ese sin duda, has sido tu. Por eso, estas línes y esta noche, van dedicadas a ti. Hoy, siento ganas de saborear el silencio para escuchar sus sonidos que se dejan ver más por estas fechas, oler sin que nada me distraiga el aire de mi calle perfumado de leña y sentir el frío, que me trae tus recuerdos. Esta noche, quiero dejarme llevar y si tu quieres, toma la palabra, celebraremos 2 días antes tu 59 cumpleaños. Entonces, el silencio tendrá sentido para mi.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Mundo Hipócrita

Será que hoy no he dormido siesta y por eso, me siento más cabreado de lo normal con este mundo hipócrita en el que vivimos. Como es algo momentáneo, utilizo este cuaderno a modo de terapia de desahogo, como ya he hecho en otras ocasiones y dejo el artículo para el que estaba trabajando una vez más, y ya van no se cuantas, para otra ocasión. La reflexión que hoy protagoniza estas líneas, me acompaña desde hace varios días, desde que escuché decir a la ministra de sanidad Trinidad Jiménez, que se va a prohibir fumar en todos los lugares públicos, incluidos barecitos, tascorros, restaurantes y ventas de carretera con más de 100 metros cuadrados de comedor. Conociendo las costumbres del españolito de a pié, dudo que en A Tolda, aldea situada en el municipio lucense de Carballedo en el bar de Manolo Galleiro, o en la tienda-bar de Petilla de Aragón acaten esto cuando esta nueva ley establece que las máquinas expendedoras no se quitarán. Si prohibimos, lo hacemos bien y no a medias como se hizo con esta ley en 2006, no con gestos de querer quedar bien con todos. Creo que por ponernos firmes con el tema tabaquil mediante un decreto drástico no nos va a pasar nada al revés, vamos a mejorar todos en salud y calidad de vida: los que fuman porque no van a tener tantas oportunidades para darle caña al pecho, y los que no fumamos porque no vamos a tener tanto humo de segunda mano en el aire. Los que fumáis, también, al poder hacerlo menos, váis a ahorrar más, invirtiendo esos leurillos en un regalo para la novia, en un viaje de placer, o en lo que os dé la gana. Sí, vale, tranquilo, también estoy de acuerdo en que estamos en un país libre pero esto no es solo cosa del que tiene esaadicción, es cosa de mejorar el aire que respiramos todos.

Hace también unos días, el gran Carlos Herrera reflexionaba en su comentario matinal, imprescindible para tener las claves de lo que se cocerá durante el día en el panorama informativo, del nobel de la paz que le han dado a Ovama, ese flamante presidente de los Estados Unidos de Norteamérica de los americanos que llegó hasta ahí gracias al pomposo marketing que tenía detrás. ¿Habría conseguido lo mismo este hombre sin tanto bombo mediático?. Decía Herrera, a propósito del envío de 30000 soldados más a Afganistán que había triplicado el número de combatientes enviados por su antecesor, el de las guerras preventivas y humanitarias. Y se preguntaba ¿y a éste le dan el nobel de la paz?. Hoy recoge este “prestigioso” galardón en Oslo y dice que sus logros son escasos, bueno, y tan escasos que estás contribuyendo a la guerra machote. Si este hombre tuviera un poco de dignidad y sus promesas fueran más auténticas, ya lo habría rechazado hace tiempo. En fin, se demuestra una vez más, y en poco tiempo, que eso de los premios es algo muy subjetivo que cada vez tiene menos importancia. Otro ejemplo de ello, es el Ondas que le han dado a Jorge javier Vázquez por una basura de programa, en un canal de Televisión que es todo un cubo de basura por la cantidad de bazofia emitida a diario. Yo sigo sin explicarme lo de este premio y pienso que la prestigiosa Radio Barcelona y el grupo PRISA, se han dejado sobornar por Telecinco para así coger algo de dinerillo, tan necesario para ellos con los tiempos que corren y la deuda que tienen.

Y ya para terminar, nuestro monarca de sangre azul, ese que sale el día 24 dando unas palabritas por la tele y por la radio, dice que su buena sintonía con el rey de Marruecos no puede servir de ayuda para solucionar el tema de la saharawi cuyo nombre nunca recuerdo que lleva 25 días en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote. Así pagamos a un pueblo que tanto aprecio nos tiene, pese a la cantidad de puñaladas traperas que le hemos dado desde los tiempos de la marcha verde, permitiendo que la ambición marroquí no cese. ¿Y si el rey es un cuchara en asuntos exteriores y interiores, que papel desempeña en nuestro sistema?. En fin, cada día me siento más republicano, pues el tiempo, me confirma que la monarquía es algo obsoleto, por mucho empeño que ponga el periódico de las tres letras en defender este sistema de gobierno.

martes, 8 de diciembre de 2009

Una pequeña gran razón

Esta noche tampoco puedo dormir y es de esas noches, en las que te cansas de leer, de escuchar nada interesante en la radio, de dar vueltas en la cama y en definitiva…. De pensar y pensar para llegar al mismo punto. Quizá podría hacer otras cosas más interesantes, como ponerme a ver una película que tengo varias pendientes pero mi mente, no me deja.

En una madrugada como esta, pienso en mi realidad que no es precisamente, la que muchos quisieran tener: en el pasado, en lo que fue, en grandes momentos vividos y en el futuro próximo y el presente simple inmediato, culpable de este deseo de volver a aquellos momentos vividos en paz, en los que los únicos problemas eran simples estupideces, que para mi eran auténticos sucesos irreparables. Lo pienso y me dan ganas de arrepentirme de todo el sufrimiento para nada, de las energías mal gastadas, las malas caras por nada, las taquicardias tontas o las cabezonerías por estupideces. Pero el ese sentimiento sólo quedan en ganas pues no sirve de nada, ya que no hay retorno. Quisiera volver a vivir tiempos como aquellos, sabiendo como dice un buen amigo, lo que sé ahora de este caminar. Por desgracia, lo de ahora si que es un problema y de los gordos, que se complica. Casi 4 años lleva acompañándonos y conforme pasa el tiempo, en vez de abandonarnos, nos coge cariño y por más que le decimos a base de radioterapia y demás tratamientos que no es bien recibido, ahí sigue minando una vida, por puro capricho, sin importarle los sentimientos de los demás. Después de esta recaída, pensábamos que la partida estaría una vez ganada pero seamos realistas. Esta vez, amigo intruso que tan presente estás en estos tiempos que corren, con tus trampas y artimañas, estás haciendo más pupita.

A cuenta de todo esto, siento a veces ganas de salir, de abandonarlo todo pero puedo decir con fortuna, que al menos, tengo una pequeña razón para seguir en el día a día. Ese motivo, eres tu amiga mía, que hace un año entraste en nuestras vidas sin apenas dientes, haciendo travesuras mordiendo y comiéndote todo lo que caía en el suelo. Ahora, ya eres un poquito más grande aunque sigues teniendo la misma mente infantil de siempre. Tus saltos, tus carreras y tu rabo de rata moviéndose al verme entrar por la puerta, son una razón más que suficiente para decirme que pase lo que pase, juntos somos felices y siempre vas a estar ahí, esperando sólo mi presencia. Y yo, se que estando tu conmigo, mejor o peor, si el intruso gana su batalla seguiremos adelante sólos, porque tu no sabrías vivir sin ninguno de los 2 que hemos sido tu familia desde que tenías 40 días y también, porque me ayudarás a hacer más llevaderos esos momentos tan duros teniendo la mente distraída, pues tu, sabes bien sin decir palabra, como darme el resto de razones para seguir adelante sin tirar la toalla como los cobardes.